martes, 18 de junio de 2013

SEÑO SONIA

Hoy le he pedido a la seño Vero que me dejara un rinconcito del Cole Pirata para escribir unas palabritas. Aunque penséis que estoy aquí para despedirme, no es así, estoy aquí para contaros una historia, una historia llena de aventuras y momentos felices a vuestro lado:
 
"Aterrizando en el Purísima"
 
Un ocho de abril del dos mil y pico, las astronautas Mar y Sonia despegaron hacia lo desconocido. En una esquina del universo, muy alborotado se encuentra ya, el planeta Purísima al que acabamos de llegar.
 
Nos encontramos con marcianitos de aquí para allá...No sabíamos qué hacer !No estábamos preparadas para tratar con ellos! Pero nos armamos de valor y nos pusimos nuestro traje espacial:
- Casco repelente de berrinches.
- Transmisor ajustado a vocecitas.
- Pañuelo estelar para lágrimas.
- Botas para correr a la velocidad de la luz y recuperar a los artistas del escape.
 
!Ya estábamos uniformadas y preparadas para bajarnos del cohete! Los marcianitos, cuando nos vieron, se quedaron un poco sorprendidos. No sabían qué hacíamos allí, pero pronto empezaron a acercarse, nos tomaron de la mano y nos llevaron hasta las reinas del lugar, ellas nos acogieron con una gran sonrisa. 
 
Para celebrar nuestra llegada prepararon una fiesta !Qué sorpresa! En esa fiesta nos contaron distintos cuentos,  algunos como Doña Carmen o el Viaje de la Ratona !También nos cantaron distintas canciones! En una de ellas, aparecía una rana que tenía una tía a la que no callaba nadie, fue en ese mismo instante cuando nos dimos cuenta de lo maravilloso que era el mundo donde habíamos aterrizado.
 
Tras la fiesta, nos invitaron a quedarnos con ellos una temporada, querían enseñarnos sus dominios: el Cole Pirata. Vimos que subidas en nuestros cohetes no podíamos seguir su ritmo, así que... !Ni cortas ni perezosas nos montamos en los suyos! Eran cohetes cargados de un combustible muy especial: inocencia, ilusión y muchas ganas de conocer. De este modo, proseguimos nuestra aventura con ellos.
 
Unos meses despues, llegó el momento de regresar a nuestras casas. Aunque teníamos que hacerlo,  no teníamos ganas de volver, pero no os creáis que nos fuimos con los bolsillos vacíos, casi no cabíamos en nuestro cohete de todas las cosas que nos llevamos del planeta Purísima. Volvemos con más fuerza para continuar el camino que ellos han comenzado con nosotras.
 
 
 
 
Al igual que vosotros yo también tengo un sueño para meterlo en nuestra cápsula del tiempo...Gracias a todos por hacer aún más grande mi deseo de ser maestra de infantil.
 
Con vosotros he comenzado un camino que espero esté siempre lleno de ilusión, sonrisas y marcianitos que no me dejen de sorprender como vosotros lo habéis hecho.
 
 
Gracias por ayudarme a crecer.



1 comentario:

  1. El marcianito Vicente y el marcianito Hector nunca te olvidaremos, gracias por forma parte de una de las etapas mas importantes de mi vida.

    ResponderEliminar